lunes, 13 de agosto de 2012

Capítulo 04 - Give me a chance.


-¡Oh Niall, por fin voy a verte!-Gritó Gaby. Mañana iba a ir al concierto y a conocer a esos 5 chicos. Sonreía nerviosa mientras revisaba qué iba a ponerse. Sus maletas estaban hechas. El concierto era mañana a las 18:00 en Paris, Francia. Viajaría dentro de 2 horas sola. Allí tenía a su mejor amiga que antiguamente había viajado para vivir allí. Kim era su ‘bff’ {BestFriendForever}. Su mejor amiga tenía ya sus 18 años, por lo que era independiente y vivía sola en un apartamento bastante cómo y agradable. Gaby iba a quedarse en casa de su amiga durante 1 semana porque no podía permitirse derrochar su escaso dinero en un hotel. Ya preparada para irse se despidió de sus padres y salió a subirse al taxi que la llevaría al aeropuerto. Una vez allí, vio a su novio esperándola con un gran ramo de flores de todo tipo. Dejó su gran maleta a un lado y corrió a besar los labios de su chico. Esos dulces labios que ella tanto quería.
-Te voy a echar mucho de menos princesa…-¿Princesa? Él nunca la había llamado así, pero le agradaba que lo hiciera.
-Y yo a ti mi rey, pero será una semana que pasará volando, ya verás. Voy a buscar la maleta, que no quiero que me la quiten.-Rió y corrió a buscarla. De verdad pesaba, no sabía porqué llevaba tanta ropa si allí seguramente se compraría algunos bonitos conjuntos. Se detuvo delante de Mario y sonrió tristemente. Sus ojos brillaban a causa de unas cristalinas lágrimas que amenazaban con deslizarse por sus rosadas mejillas.
-Preciosa, ni se te ocurra llorar, nos veremos pronto ¿vale?-Acercó su cara a la de ella para que sus frentes quedaran perfectamente pegadas. Ella simplemente asintió cerrando los ojos, inhalando su delicioso perfume varonil. Besó sus labios pero una voz informó que su vuelo saldría en 10 minutos. Ella se separó y miró las puertas de embarque. Él acarició sus mejillas rojas y calientes a causa de contener su llanto y con maestría saboreó sus labios por última vez, o por lo menos hasta la próxima semana. Todavía no se había ido y ya deseaba que hubiera pasado una semana.
-Mario me voy, tengo que irme o perderé el vuelo.-Dijo en un triste susurro.
-Te quiero.-Le dio un beso rápido y ella fue hacia el avión con paso lento.

Unos minutos después, atravesando el aire.

Sentada ya en su sitio correspondiente, del lado de la ventanilla miró a través de ésta y sonrió infantilmente. De su equipaje de mano sacó el álbum que Mario había hecho, lo abrió ojeó las fotos. Sonreía y recordaba cada momento vivido con él como si hubiera sido ayer.
Después de ver detenidamente cada foto se dio cuenta de que en 15 minutos estaría en tierra. Cerró el álbum y lo guardó en su mochila. Miró como el niño que estaba a su lado dormía plácidamente. Sintió la vena maternal y deseó tener 3 años más para poder tener a un bebé entre sus brazos.

15 minutos más tarde, en algún lugar del aeropuerto.

Miró a un lado y a otro. Localizó a una chica que la saludaba emocionada moviendo sus brazos de un lado para otro. Kim llegó corriendo y se tiró a sus brazos. La llenó de besos y Gaby sólo reía a carcajadas.
-Vamos vamos. Vamos a casa ya que antes de que anochezca quiero enseñarte muchas cosas de Paris.
-Venga ya Kim, estoy cansada…-La miró con cara de cachorrito, pero a Kim esas cosas no le afectaban.
-Tonterías, me da igual. Vamos a recorrer tiendas.-Sonrió victoriosa. Gabriela se limitó a negar levemente con la cabeza mientras se quejaba por lo bajo.

Recorriendo Paris, en un taxi con poca privacidad.

-Y dime cariño ¿Ya te ha desvirgado el inútil ese o no sirve ni para follar?-Gaby abrió los ojos como platos cuando entendió correctamente lo que su amiga dijo en francés. El taxista no pudo evitar soltar una risita. Gaby la miró de reojo y luego giro su cara para contemplar la expresión de su amiga.
-Oye Kim, sé que Mario no te cae bien, pero joder contrólate un poquito.-Habló Gaby un tanto enfadada.
-Era una broma mujer…qué mal te lo tomas todo.-No pudo aguantar acabar su frase sin soltar una carcajada.-Obviamente parece que ese chico no te ha dado una buena dosis de sexo.
-Ya basta, me estás avergonzando.
Así concluyó su incómoda y divertida conversación. No hablaron hasta llegar al pequeño hogar de Kim. Recorrieron Paris un poco, tenían una semana para ver más tiendas y los pies de Gaby estaban a punto de estallar. Una vez estuvieron en casa de Kim, se quitaron los delicados zapatos de tacón y se tiraron al sofá como si fuesen bolsas de patatas.
-Deberíamos cenar y dormir.-Aconsejó Gaby. Su amiga se limitó a darle la razón y a levantarse para meter en el horno la pizza que luego engullirían.



Me parece que este capítulo está más aburrido de lo normal ._.
En fin chicas, a la noche en casa de Mavi subiré el siguiente. Perdonad la tardanza, pero es que la inspiración me viene y me va xD
Os quiero pequeñas. ♥

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