-¡Oh Niall, por fin voy a
verte!-Gritó Gaby. Mañana iba a ir al concierto y a conocer a esos 5 chicos.
Sonreía nerviosa mientras revisaba qué iba a ponerse. Sus maletas estaban
hechas. El concierto era mañana a las 18:00 en Paris, Francia. Viajaría dentro
de 2 horas sola. Allí tenía a su mejor amiga que antiguamente había viajado
para vivir allí. Kim era su ‘bff’ {BestFriendForever}. Su mejor amiga tenía ya
sus 18 años, por lo que era independiente y vivía sola en un apartamento
bastante cómo y agradable. Gaby iba a quedarse en casa de su amiga durante 1
semana porque no podía permitirse derrochar su escaso dinero en un hotel. Ya
preparada para irse se despidió de sus padres y salió a subirse al taxi que la
llevaría al aeropuerto. Una vez allí, vio a su novio esperándola con un gran
ramo de flores de todo tipo. Dejó su gran maleta a un lado y corrió a besar los
labios de su chico. Esos dulces labios que ella tanto quería.
-Te voy a echar mucho de
menos princesa…-¿Princesa? Él nunca la había llamado así, pero le agradaba que
lo hiciera.
-Y yo a ti mi rey, pero será
una semana que pasará volando, ya verás. Voy a buscar la maleta, que no quiero
que me la quiten.-Rió y corrió a buscarla. De verdad pesaba, no sabía porqué
llevaba tanta ropa si allí seguramente se compraría algunos bonitos conjuntos.
Se detuvo delante de Mario y sonrió tristemente. Sus ojos brillaban a causa de
unas cristalinas lágrimas que amenazaban con deslizarse por sus rosadas
mejillas.
-Preciosa, ni se te ocurra
llorar, nos veremos pronto ¿vale?-Acercó su cara a la de ella para que sus
frentes quedaran perfectamente pegadas. Ella simplemente asintió cerrando los
ojos, inhalando su delicioso perfume varonil. Besó sus labios pero una voz
informó que su vuelo saldría en 10 minutos. Ella se separó y miró las puertas
de embarque. Él acarició sus mejillas rojas y calientes a causa de contener su
llanto y con maestría saboreó sus labios por última vez, o por lo menos hasta
la próxima semana. Todavía no se había ido y ya deseaba que hubiera pasado una
semana.
-Mario me voy, tengo que irme
o perderé el vuelo.-Dijo en un triste susurro.
-Te quiero.-Le dio un beso
rápido y ella fue hacia el avión con paso lento.
Unos minutos después,
atravesando el aire.
Sentada ya en su sitio
correspondiente, del lado de la ventanilla miró a través de ésta y sonrió
infantilmente. De su equipaje de mano sacó el álbum que Mario había hecho, lo
abrió ojeó las fotos. Sonreía y recordaba cada momento vivido con él como si
hubiera sido ayer.
Después de ver detenidamente
cada foto se dio cuenta de que en 15 minutos estaría en tierra. Cerró el álbum
y lo guardó en su mochila. Miró como el niño que estaba a su lado dormía
plácidamente. Sintió la vena maternal y deseó tener 3 años más para poder tener
a un bebé entre sus brazos.
15 minutos más tarde, en
algún lugar del aeropuerto.
Miró a un lado y a otro.
Localizó a una chica que la saludaba emocionada moviendo sus brazos de un lado
para otro. Kim llegó corriendo y se tiró a sus brazos. La llenó de besos y Gaby
sólo reía a carcajadas.
-Vamos vamos. Vamos a casa ya
que antes de que anochezca quiero enseñarte muchas cosas de Paris.
-Venga ya Kim, estoy
cansada…-La miró con cara de cachorrito, pero a Kim esas cosas no le afectaban.
-Tonterías, me da igual.
Vamos a recorrer tiendas.-Sonrió victoriosa. Gabriela se limitó a negar
levemente con la cabeza mientras se quejaba por lo bajo.
Recorriendo Paris, en un taxi
con poca privacidad.
-Y dime cariño ¿Ya te ha
desvirgado el inútil ese o no sirve ni para follar?-Gaby abrió los ojos como
platos cuando entendió correctamente lo que su amiga dijo en francés. El
taxista no pudo evitar soltar una risita. Gaby la miró de reojo y luego giro su
cara para contemplar la expresión de su amiga.
-Oye Kim, sé que Mario no te
cae bien, pero joder contrólate un poquito.-Habló Gaby un tanto enfadada.
-Era una broma mujer…qué mal
te lo tomas todo.-No pudo aguantar acabar su frase sin soltar una
carcajada.-Obviamente parece que ese chico no te ha dado una buena dosis de
sexo.
-Ya basta, me estás
avergonzando.
Así concluyó su incómoda y
divertida conversación. No hablaron hasta llegar al pequeño hogar de Kim.
Recorrieron Paris un poco, tenían una semana para ver más tiendas y los pies de
Gaby estaban a punto de estallar. Una vez estuvieron en casa de Kim, se
quitaron los delicados zapatos de tacón y se tiraron al sofá como si fuesen
bolsas de patatas.
-Deberíamos cenar y
dormir.-Aconsejó Gaby. Su amiga se limitó a darle la razón y a levantarse para
meter en el horno la pizza que luego engullirían.
Me parece que este capítulo
está más aburrido de lo normal ._.
En fin chicas, a la noche en
casa de Mavi subiré el siguiente. Perdonad la tardanza, pero es que la
inspiración me viene y me va xD
Os quiero pequeñas. ♥
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