domingo, 15 de julio de 2012

Capítulo 01 - Give me a chance.


Hacía exactamente 12 meses que Mario le había pedido a Gaby que fuesen pareja. Él era romántico, callado, de mirada profunda a la vez que soñadora, digamos que para ella, él era su chico perfecto. Gaby era extrovertida, de mirada pícara, sonrisa bonita y por sobre todas las cosas divertida, lo contrario que Mario. Los polos opuestos se atraen, era la frase que ella siempre le repetía, y esperaba que Mario también entendiese que esa frase era perfecta para ellos. Él decidió hacer un pequeño cine en su casa, ya que, sus padres estarían fuera toda una semana por cuestión de trabajo. Estaba todo listo, películas de los años 60, de esas de las que Gabriela se enganchaba porque sus efectos especiales y demás le hacían gracia, pero una gracia tierna, de esa que perdonas. Palomitas dulces, refrescos con poco gas, una manta de rayas rojas y blancas, velas alrededor para dar una luz tenue e incienso de olor a vainilla, es el olor favorito de Gaby. Le recuerda a su fallecida madre, pero esa es una historia que luego narraré con más detalles.
Ella se está duchando. Con la música a tope. Escuchando su grupo favorito ‘one direction’. Esperaba conocerlos algún día. Esos 5 chicos la tienen completamente enamorada, se sabe todas sus canciones y sueña todas las noches con que Mario  la lleva a un concierto de ellos, pero cuando despierta vuelve a la realidad y recuerda que su dinero no es el suficiente para ir a uno. Una vez acabada la ducha, Gaby se viste, se maquilla poco, ya que es un día de esos en los que te sientes guapa, te ves atractaviva y sientes que puedes enamorar a cualquiera. Se pone una camiseta color celeste, haciendo que realce su bello color canela de pie, unos shorts negros y unas sandalias celestes también. Se recoge su negro cabello en una coleta alta. Se vuelve a mirar al espejo y decide delinear sus ojos color aguacate. Se pone brillo labial en sus carnosos labios y sonríe. Se siente hermosa. Mario le dijo que fuera a su casa, que quería pasar esa tarde especial con ella. También quería pasar la noche al lado de su amada. Lleva en su mochila un pijama ligero, lencería negra y un vestido blanco para el día siguiente. Guarda también una caja de preservativos. Sonríe. Está nerviosa. Cree que es el día en el que perderá su virginidad con quien más desea en el mundo, con su bello Mario. Los dos tienen 16 años y todavía se sonrojan al decir u oír la palabra sexo, aun que, no tienen problema en decirse el uno al otro que se desean.
-¿Cuánto falta para que aparezcas?-Dice Mario un poco nervioso, dando golpecitos en el suelo con el pie, deseando que aparezca su amada para verla sonreír y escuchar que la sorpresa le encanta.
-Tranquilo amor…-Le cuelga con una sonrisa de oreja a oreja. Le parece cruel colgarle así, pero está en la puerta.
Mario oye el timbre y se apresura a abrir la puerta. La mira y siente su corazón bombeando con fuerza. Intentando salirse de su pecho. Está tan guapa, tan irresistible… no duda en decírselo a lo que ella sonríe y le da un tierno beso en los labios. Mario los saborea. Le gusta el sabor que desprenden sus labios, hoy especialmente saben a fresa.
-Ven, siéntate.-Señala un sillón en el suelo, color rosa, pegado a otro color celeste. Ella obedece y se sienta de un salto. Mario sonríe, le gusta su naturalidad y su manera de hacer las cosas.
-Me gusta mucho todo esto.-Dice Gaby sonriendo, haciendo que a Mario se le congele el corazón.-¿Cuál has alquilado?
-Una que creo que te gustará; lo que el viento se llevó.-Sonríe, tímido esperando que la respuesta de ella sea positiva. Se sentó en el sillón azul, la miró por última vez y le dio al Play. Gaby se sentía sensible, era un  año estando con su pareja. Recordó la reacción de Kim al decirle que estaría con Mario. Se puso histérica ya que a ella nunca le había gustado ese chico.
-Es inmaduro y un tanto… ¿Estúpido? Sí, estúpido.-Le reprochó enfadada.
Gaby rió al recordar eso. Mario la miró y ella se centró en la película. ¡Qué bonito era ese film!

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